JOYERIA VICTORIANA
Las joyas victorianas deben su enorme éxito al romanticismo y elegancia asociado a sus piezas, además de la interesante historia ligada a muchas de ellas. Como una de las principales formas artísticas del momento y sin ninguna duda la más suntuosa de todas ellas, la joyería de los dos últimos tercios del siglo XIX fue capaz de reunir las mejores técnicas, la estética de los mejores estilos históricos y también su propia forma de ver el mundo con las joyas Art Nouveau y del Movimiento Estético.
Creadas con los mejores materiales del mundo y lo más exquisito de una tradición artesana milenaria, sumados a todas las ventajas de la producción industrial, las joyas victorianas cambiaron el paradigma de lo que hasta el momento se consideraba una alhaja, un tesoro o una inversión.
En el terreno emocional, las joyas victorianas fueron capaces de recoger para la eternidad lo más sublime del movimiento romántico, convirtiéndose en expresiones universales de sentimientos tan profundos como el amor, el desamor, el duelo o la celebración de la vida.
CARACTERÍSTICAS DE LAS JOYAS VICTORIANAS
Una de las características más particulares de la joyería victoriana, es que por primera vez en la historia europea, se consolida en determinadas áreas hasta entonces fuera de su terreno. Con el cambio que suponen las sucesivas revoluciones industriales y el papel de la burguesía frente a la nobleza, las joyas como símbolo de estatus se trasladan de los hombres a las mujeres.
Durante toda la Edad Media y hasta el periodo Rococó, los nobles y aristócratas exhibieron su poder sobre su propio atuendo, irradiado luego a sus esposas y miembros de la familia. Sin embargo, con la revolución industrial esto cambia: a partir de entonces la exuberancia en el atuendo pasa a las mujeres, que se convierten en el mejor expositor del símbolo del estatus y los logros económicos de sus industriales esposos.
Esta circunstancia hace de las joyas victorianas un asunto de vestuario eminentemente femenino, si bien los caballeros victorianos también contaron con sus propias tipologías de joyas, muchas de las cuales ocupaban un lugar privilegiado en sus escritorios y entre sus objetos de uso ordinario.
LAS JOYAS DE ESTILO CLÁSICO VICTORIANO
Algunos motivos, técnicas y materiales fueron particularmente populares durante el periodo victoriano, a menudo asociados con las costumbres de la época. Lo que se conoce como estilo clásico victoriano sigue manteniéndose actualmente de moda, vinculado a determinadas formas y materiales:
- Camafeos victorianos, en realidad revivals de época romana con retratos femeninos idealizados.
- Lazadas y hebillas, además de otros elementos vestimentarios incorporados a las joyas como elementos decorativos.
- Manos sosteniendo flores, joyas o cartelas.
- Joyería de luto, con especial atención a los conjuntos de azabache victorianos y otras piedras emblemáticas.
- Joyas contenedores o lockets victorianos: medallones con fotografías, virales de perfume, guardapelos y botellitas para recoger lágrimas.
- Joyas de cabello, con broches, pendientes y elaborados brazaletes de cabello del difunto.
- Bookchains o eslabones rectangulares gruesos grabados en forma de libros diminutos.
JOYAS DEL ROMANTICISMO
Las joyas victorianas del primero de los sus grandes periodos (1837-1866), son lo que se conoce como joyas románticas o joyas del romanticismo. En este momento histórico, la valoración de las emociones humanas pasó a tener una consideración muy especial tanto a nivel filosófico como cultural, abarcando tanto las actitudes vitales de sus contemporáneos como aspectos tan triviales como la moda y por supuesto la joyería.
En la práctica, el primer periodo de la joyería victoriana fue de vital importancia por el uso de una técnica muy especial: la galvanoplastia, capaz de dar a las joyas el aspecto de oro macizo con fino tallado, sin tener que afrontar el elevado precio de este material.
La galvanoplastia logra la deposición de metales utilizando electricidad. En la década de 1840 en Birmingham, John Wright utilizó el cianuro de potasio como electrolito para galvanoplastia en oro y plata, en un proceso que luego se extendió por todo el mundo y posteriormente se aplicó también a metales como el latón, estaño… con una inmediata producción a gran escala en la que el electro revestimiento permitía la deposición de finas películas metálicas sobre las piezas.
EN LAS JOYAS VICTORIANAS NO SIEMPRE ES ORO TODO LO QUE RELUCE
Uno de los aspectos más revolucionarios de la joyería victoriana a nivel conceptual es que a menudo la simbología de sus elementos es mucho más importante que su valor material en su consideración final.
Esto se debe al peso de los principios románticos en el diseño de las joyas, pero también a la aparición de nuevas técnicas y materiales interesantes tanto por su estética como porque suponían un importante abaratamiento de los objetos más suntuosos.
Entre los materiales más particulares utilizados por los joyeros victorianos para sus creaciones (además del pelo o los dientes humanos) hay piedras y elementos animales que hoy nos resultan un tanto especiales, como por ejemplo el hueso, el marfil, el coral, la concha de tortuga (carey) y las perlas barrocas irregulares.
JOYAS DE LUTO VICTORIANAS O MOURNING JEWELRY
Las joyas de duelo son muy anteriores a la época victoriana, y aunque se sabe de su uso en la Edad Media, sus tipologías y ejemplos conservados datan del siglo 17. Sin embargo, a los victorianos se debe su popularización en todos los estratos sociales, a partir del uso que de ellas hizo la Reina Victoria tras la muerte de su marido Alberto de Sajonia Coburgo Gotha (+1861)
El azabache, por su color negro y particular brillo fue una de las piedras más utilizadas en la manufactura de joyas de luto victorianas, aunque no la única. El ónix, el vidrio negro y los esmaltes en este tono también fueron recurrentes. Dentro de la gama de piedras oscuras de luto las amatistas y los granates de un rojo más profundo procedente de las colonias (India) fueron de las más demandadas.
CARACTERÍSTICAS DE LA JOYERÍA DE LUTO DE ÉPOCA VICTORIANA
Los joyeros ponían a la venta conjuntos de luto completos, con varias tipologías de joyas a juego, si bien determinadas piezas como broches, brazaletes y anillos de duelo eran particularmente populares como insignias perpetuas del luto, sobre todo entre mujeres.
Los brazaletes de duelo se popularizaron entre las viudas del periodo romántico como una forma no solo de mostrar su duelo, sino de mantener cerca de sí (y al alcance de sus ojos) el retrato del ser querido o de uno de sus mechones de pelo. A veces incluso llegaban a confeccionarse con el propio cabello del difunto, con pendientes y otros complementos a juego.
Muchas joyas de luto estaban realizadas con pelo del difunto como material principal. Aunque actualmente suene un poco extraño, el tratamiento que se daba al cabello era tan exquisito que es difícil adivinar de qué se trata realmente. Por supuesto, las joyas que contenían el cabello como los guardapelos en forma de colgante o medallón eran también muy populares.
Los retratos en miniatura de la persona amada no constituían una parte exclusiva de las joyas de luto victorianas, si bien podían también forma parte de esta subtipología. En los casos más refinados, se trataba de pequeños retratos pintados a mano en porcelana, aunque la popularización de la fotografía permitió que muchas más personas pudieran incluir la imagen de sus seres queridos entre sus joyas diarias.
¿POR QUÉ SE VESTÍAN JOYAS DE LUTO EN ÉPOCA VICTORIANA?
La joyería de luto victoriana es una de sus expresiones más particulares, y aunque cabe preguntarse si su desarrollo hubiese sido tan extenso de no ser por el fallecimiento prematuro del Príncipe Alberto a los 42 años, lo cierto es que constituye toda una subtipología en el mundo de las joyas victorianas.
Durante el siglo 19 en Europa la muerte de un ser querido era algo a lo que la mayoría de las personas estaban habituados a enfrentarse. Con una estimación de unos 50 años de vida de media y la mortalidad infantil disparada por la malnutrición y enfermedades, el duelo por los seres queridos era una parte importante en la vida de la mayoría.
El tiempo de luto venía determinado tanto por la cercanía con el fallecido como por las costumbres de cada lugar, pudiendo dilatarse de por vida en los casos más dramáticos. El luto era una costumbre, pero también una imposición social que discriminaba profundamente a las mujeres, anulando su vida social y afectando profundamente a su vida íntima.
Aunque solemos pensar en joyas completamente negras, en realidad entre las clases sociales más altas los periodos de entre 2 y 3 años de luto requerían de joyas de luto diferentes a medida que el duelo evolucionaba. También se utilizaban materiales distintos, dependiendo de quién fuera la persona fallecida.
Por ejemplo, las madres que perdían a una hija soltera solían vestir medallones con base blanca en alusión a su pureza virginal. El blanco también era un color frecuente para recordar la pérdida de un niño o un bebé, simbolizado con perlas. En las diferentes etapas del duelo se podían “aclarar” las joyas introduciendo otros tonos aparte del negro, o mezclando colores.
EL CARÁCTER PERSONAL DE LAS JOYAS DE LUTO VICTORIANAS
El principal cometido de las joyas de luto victorianas era recordar a un difunto. Aunque solemos pensar en el esposo, en una época en la que la esperanza de vida estaba lejos de la actual y la mortalidad infantil era todavía una lacra lamentable, las joyas en memoria de los difuntos contaban con numerosas oportunidades.
La personalización de los objetos de luto, y en concreto de las joyas, incluía el pelo del finado, su retrato, y en algunos casos como los de los niños pequeños incluso sus dientes de leche, que podían engastarse como pequeñas perlas.
LAS JOYAS DE LUTO DE ÉPOCA VICTORIANA COMO SÍMBOLO DE ESTATUS
Entre los códigos sociales que dictaban la duración del luto y su etiqueta, también se entendía que éste debía llevarse a cabo de acuerdo con la categoría social del fallecido y su familia. En un momento particularmente vulnerable para las mujeres viudas, poder exhibir unas joyas de luto apropiadas era una forma de refuerzo de la posición social adquirida, así como de estabilidad pese a la ausencia del cabeza de familia.
JOYAS VICTORIANAS DE CABELLO
Las joyas de pelo humano son un tipo muy específico de joyería mortuoria victoriana caracterizado por el uso de pelo del difunto (a veces de varias personas diferentes) como material principal. Podían estar hechas literalmente de pelo, normalmente trenzado en torno a una base para darles su forma, o bien utilizar el pelo como motivo principal de la joya, a modo de relicarios.
MATERIALES DE LAS JOYAS DE ESTILO VICTORIANO
En cuanto a la constitución formal de las piezas de joyería victoriana, la opulencia sigue siendo una constante que se mantiene desde el periodo anterior, si bien la mezcla de piedras preciosas y semipreciosas con otras de pasta vítrea deja de ser tan habitual, y en lo material se produce un sesgo más acusado entre lo que actualmente consideramos joyería y bisutería.
Esta tendencia dio lugar a un mayor desarrollo en los engarces de las piedras más valiosas, que pasaron a ocupar un papel relevante en su realce, otorgándose un gran protagonismo a los metales preciosos con los que se diseñaban joyas ostentosas, grandes, y con líneas estructurales muy marcadas.
LAS GEMAS MÁS APRECIADAS EN LAS JOYAS VICTORIANAS
Si se puede hablar de una tendencia particular en el uso de determinados materiales para la confección de las joyas victorianas, las perlas, el coral y las ágatas para los camafeos victorianos fueron sin duda tres de las más demandadas.
En el caso de la bisutería victoriana, el vidrio tratado con diferentes óxidos metálicos para obtener sorprendentes efectos iridiscentes y translúcidos, fue tanto un reemplazo para estos materiales como un material muy apreciado en sus propias características únicas.
Las perlas victorianas merecen un capítulo aparte dentro de la historia de la joyería de este periodo, al ser consideradas como la representación de las lágrimas humanas, con toda la complejidad que este destila.
Existieron también determinadas piedras preciosas y semi preciosas asociadas a estados civiles, entre las que el azabache y el luto constituyen uno de los vínculos más perennes y popularizados. También se estableció un vínculo entre determinadas piedras y los eventos que tenían lugar en ciertos momentos del día. Por ejemplo vestir joyas con piedras como la malaquita, el ónix o la cornalina para los eventos cuya etiqueta requería de joyas de noche.
En cuanto a los metales, se llegó a producir joyas en determinados materiales como respuesta patriótica y políticas: tal es el caso de las joyas de acero alemán aparecidas en el siglo 19 a partir de la invasión napoleónica. Y aunque ahora nos parezca increíble, las joyas de aluminio llegaron a alcanzar precios desorbitados.
JOYAS DE ALUMINIO: MÁS VALIOSAS QUE EL PROPIO ORO
En el siglo XIX la tecnología no permitía aislar el aluminio, que es un metal que no se encuentra de forma natural en la naturaleza, más que a través de costosísimos procesos químicos. Las cantidades de aluminio eran en consecuencia muy escasas y preciadas.
Pero la electrólisis permitió recabar cantidades más significativas y de una mayor pureza, de manera que a finales de siglo el aluminio se empezó a consumir masivamente. Sin embargo, antes de que esto sucediera, el aluminio estaba considera como un material precioso tanto por su exclusividad como por su ligereza, estabilidad y brillo luminoso.
TIPOS DE LAS JOYAS DE ÉPOCA VICTORIANA
Medallón acróstico victoriano (cada piedra es una letra para REGARD (recuerdo): rubí, esmeralda, granate, amatista, rubí, diamante. ¡Toca la foto para verlo en la tienda!
La moda jugó un papel muy importante en la tipología de las joyas victorianas, porque se utilizaba para resaltar determinadas partes del cuerpo cubiertas o descubiertas por el atuendo textil. Por ejemplo, las orejas y los brazos fueron dos de las zonas que más se visibilizaron en el cuerpo femenino, mientras que en el caso de los escotes, gargantillas y medallones victorianos se utilizaron tanto para potenciar los hombros al aire como para ensalzar los cuellos cubiertos de encaje:
Broches victorianos, con forma de camafeo, lazada, mano, ramillete… o simplemente en composiciones de piedras y esmaltes.
- Pendientes victorianos, pasaron a ocupar un lugar muy relevante en el joyero desde que el peinado con raya en medio y recogido despejó las orejas.
- Medallones victorianos, eran un tipo de joya muy recurrente al permitir desplazar su combinación según el largo de su cadena. También podían prenderse con un alfiler a modo de broche.
- Brazaletes y pulseras victorianos, a menudo ostentosos y a juego con otras de las piezas que se vestían en conjunto.
- Adornos de cabeza victorianos: tiaras victorianas, pinchos y peinetas, eran un parte indispensable del peinado.
- Anillos victorianos: los hay para cada ocasión, siendo particularmente importantes los que conmemoran eventos familiares como enlaces o defunciones.
LOS ANILLOS VICTORIANOS: UNA EXPRESIÓN DE AMOR A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Los anillos victorianos de pedida son en realidad un eslabón dentro de la larga historia de este tipo de joyas, utilizadas desde tiempos inmemoriales para consolidar la relación entre una pareja de futuros esposos.
ESTILOS EN LA JOYERÍA VICTORIANA
Los historicismos jugaron un papel importantísimo en el diseño de época victoriana, con algunos de los revivals más potentes e interesantes llevados a cabo hasta el momento. Utilizando las nuevas técnicas y el conocimiento de la recién inaugurada Historia del Arte, los victorianos fueron hábiles recopiladores de algunos de los elementos visuales más característicos del arte mundial.
JOYAS VICTORIANAS NEOGÓTICAS
Con el Edad Media como especial referente y el movimiento Pre Rafaelita como principal aliado, los victorianos sacaron lo mejor del arte románico, gótico y renacentista para construir una tendencia que aún sigue fascinando.
Del neorenacimiento, y en concreto del manierismo, sacaron lo mejor del uso de las joyas esmaltadas y las hojas encarnadas, con el importantísimo referente de autores como el artista (y joyero) Benvenuto Cellini.
JOYAS VICTORIANAS NEOROCOCÓ
El acercamiento de los victorianos al arte del último periodo feudal se basa sobre todo en sus conexiones comunes con la naturaleza como principal fuente de inspiración y el desarrollo de las formas estéticas en sí mismas, más allá de sus fines meramente prácticos. Para los victorianos el rococó era una época de conexión y reinterpretación a la europea de lo oriental, además del inicio de técnicas como el textil en seda o la porcelana, que ellos lograron industrializar por completo.
JOYAS VICTORIANAS DE ESTILO ROMANO, GRIEGO Y ETRUSCO
En el segundo gran momento de la joyería victoriana, a partir de 1860, el gusto por los motivos griego, etruscos y de ciertos estilos romanos se popularizó enormemente. El auge del coleccionismo (en gran parte promovido por el Príncipe Alberto) de este tipo de objetos fue sin duda un enorme revulsivo para la aparición de los camafeos, las técnicas de mosaico.
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